Comunicación a los Estudiantes de Pregrado ante Situaciones de Fraude Académico

Estimados estudiantes:

Como es de su conocimiento, durante el presente semestre académico continuamos con la educación remota y, por lo tanto, seguimos recurriendo al uso de herramientas virtuales para el trabajo universitario. La UP, tal como lo ha comunicado el Rector, ha incorporado exitosamente medios digitales para la educación a distancia, los cuales han resultado de gran utilidad en la situación actual y, sin duda, continuarán enriqueciendo el trabajo universitario aun cuando se retorne a las aulas.

Al mismo tiempo, el uso amplio e intensivo de medios tecnológicos en la enseñanza está planteando problemas serios en relación con los mecanismos de evaluación académica. Lamentablemente, se viene produciendo un incremento significativo de casos de fraude, como copia y plagio, vinculados a las nuevas posibilidades de uso e intercambio de información que permiten los medios para la educación remota.

Un buen número de estas situaciones está vinculado al uso de herramientas digitales no permitidas; a la solicitud o envío de información no autorizada durante los exámenes; al acceso y uso de fuentes de información en Internet inadecuadamente citadas en los trabajos académicos; o a la falta de verificación de fuentes en los trabajos grupales. Se ha identificado con gran preocupación, además, que hay personas y organizaciones que ofrecen a los estudiantes mecanismos fraudulentos para resolver exámenes o prácticas –bajo la apariencia de “asesorías”–, lo que puede acarrear implicancias legales para quien induzca o se beneficie de dichas prácticas.

La gravedad de las consecuencias

Es deber de la UP insistir en la gravedad de este tipo de acciones para la esencia misma de la vida académica y para los valores que, como universidad, queremos promover. Es necesario recordar que las acciones de fraude académico comprobado conllevan fuertes consecuencias para la continuidad de la vida académica de un estudiante.

Los procedimientos ante situaciones de esta naturaleza, así como las sanciones posibles, están claramente definidas en el Reglamento de Buena Conducta de los Estudiantes de Pregrado. Allí se establecen las faltas graves y muy graves asociadas con sanciones que pueden llevar a la suspensión o separación definitiva de la Universidad. Los efectos de la sanción, en el caso de una suspensión, alcanzan otros aspectos relevantes como el impedimento de acceder a becas o reconocimientos académicos, de ser encargado de prácticas, de participar en el intercambio estudiantil; también afectan el orden de matrícula y la capacidad de ser representante estudiantil, durante el semestre o los semestres académicos en que se aplica la sanción, y en el semestre académico siguiente a dicho término.

Durante el 2020, la UP ha tenido que aplicar el Reglamento de Buena Conducta de los Estudiantes de Pregrado en un porcentaje bastante mayor que en años pasados, enfrentando un número de denuncias por copia y plagio que se triplicó respecto del año anterior. La gran mayoría de los estudiantes sancionados ha reconocido sus faltas, y son conscientes de que deberán asumir las consecuencias de sus actos, las que inevitablemente afectan su presente académico y el futuro de su vida profesional.

Compromiso con la honestidad

La UP reafirma su compromiso con altos niveles de exigencia en el respeto de los estándares de honestidad académica, y lamenta que haya quienes no cumplan con ellos.

La honestidad, en los diversos ámbitos de la vida –personal, académica y ciudadana–, es uno de nuestros valores institucionales básicos. Ella es la base para la construcción de lazos de confianza en nuestros vínculos sociales, nos fortalece como comunidad nacional para la construcción de la vida pública y, de este modo, contribuye al desarrollo económico y social de nuestro país. La deshonestidad académica constituye una falta que afecta profundamente el centro de la ética que, como institución universitaria, buscamos promover en el Perú.

La excelencia académica y profesional no es posible sin trabajo responsable y sentido ético. Los logros, obtenidos sin honestidad académica, no son tales: hacen daño al futuro de quien se engaña de ese modo, nos lastiman como comunidad universitaria sostenida en la confianza entre sus miembros, y debilitan el valor del conocimiento para el bien de nuestra sociedad.

Llamado a la corresponsabilidad

La Universidad continuará ofreciendo los medios formativos e informativos necesarios para prevenir estos hechos. Al mismo tiempo, seguirá tomando las decisiones correspondientes ante toda situación de fraude académico; las continuará evaluando con justicia, siguiendo procedimientos definidos y claros, y sancionando como corresponda ante eventos comprobados.

Sin embargo, la prevención y la acción más efectivas contra la falta de honestidad e integridad académica son, en definitiva, la conciencia y la responsabilidad de los estudiantes, apoyados por sus docentes, tutores y familiares.

Existen situaciones de tensión que nos pueden llevar a tomar decisiones apresuradas y desesperadas; ciertamente, se trata de circunstancias extremas, que empañan el buen juicio. Los exhortamos a ser conscientes de dichas situaciones y del impacto que estas malas decisiones tendrán en su desarrollo académico y profesional.

La UP, a través del área de Desarrollo y Bienestar Estudiantil, pone a su disposición espacios para conversar acerca de las dudas o preocupaciones que pudiesen estar interfiriendo con la tranquilidad necesaria para llevar adelante los estudios universitarios. Asimismo, una alternativa viable en situaciones demandantes es recurrir a sus docentes o tutores, quienes sabrán orientarlos adecuadamente.

Estimados estudiantes, la UP reitera su confianza en ustedes. La responsabilidad y sentido ético del estudiante UP es, reitero, el mecanismo de prevención más efectivo contra las faltas de honestidad e integridad, contra las propuestas de organizaciones o personas que ofrecen rutas deshonestas para resolver evaluaciones, contra la cultura del inmediatismo del éxito social o académico que nos lleva a perder la perspectiva de la excelencia que buscamos.

Es tarea de todos cuidar la vida ética y académica de nuestra comunidad. Son tiempos exigentes, en los que la comunidad UP está respondiendo con entereza y resiliencia en la gestión institucional y el apoyo mutuo, y está llamada a mantener los mismos estándares en el cuidado de la integridad del trabajo académico. Sigamos haciendo de estos tiempos difíciles y exigentes una oportunidad para crecer.

Saludos,

Martha Chávez Passano
Vicerrectora Académica